VIVIR SEGÚN EL DOMINGO 

Oración inicial: Amado Jesús, hoy espero tu bendición, llena mi corazón de tu amor y tu paz, lleva tu esperanza a aquellos que como yo te necesitan, se nuestro guía. ¡JESÚS EN TI CONFÍO! En el Nombre del Padre del Hijo y del Espíritu Santo.

Lectura y comentario del Evangelio dominical. Ver el correspondiente a cada semana.

Tema: EL DOMINGO CRISTIANO (VIVIR EL AÑO LITÚRGICO, Francisco Martínez García, Herder: págs. 81ss)

La Iglesia, por una tradición que trae su origen del mismo día de la resurrección de Cristo, celebra el misterio pascual cada ocho días, en el día que es llamado con razón día del Señor o domingo.” (SC 106, CVII)

El domingo es el día del Señor resucitado Y nos invita a despertar nuestra alegría interior elevando nuestro corazón hasta Dios, captando de nuevo la bondad originaria de la creación y celebrando con esperanza nuestra resurrección.

El domingo es una porción de tiempo elevada la dignidad de sacramento. Al celebrar en él los santos misterios de la vida del Señor, la Iglesia los revive misteriosamente y así entra en la salvación, mediante la celebración de 3 acciones sagradas:

  1. Reunión de la asamblea en el nombre del Señor: Desde los mismos orígenes, la máxima preocupación pastoral del domingo ha sido la de reunir a todos los creyentes en el recuerdo del Señor resucitado. Cada domingo ha de representar la experiencia renovada de un mayor vínculo comunitario y fraternal.  
  2. Proclamación de la palabra del Señor: Los encuentros de los discípulos con el Resucitado tenían como contenido la palabra, como en Emaús. “La asamblea es el espacio vivo en el que el libro se sigue escribiendo, no con tinta, sino con el Espíritu de Dios vivo, no en tablas de piedra, sino en el corazón” (2Cor 3,3)
  3. Acción de gracias memorial: Una tradición “que procede del Señor” (1Cor 11,23) hace posible que la comunidad “cada vez que comen este pan y bebe en este cáliz, proclaman la muerte del Señor hasta que él venga” (1Cor 11,26). La caridad es la mejor expresión del memorial del Señor, es un amor hasta el extremo (Jn 13,1). La eucaristía es hacer lo que el Señor hizo con él y en él. 

La eucaristía dominical concluye con el gesto del envío. La comunidad es enviada a la sociedad como fermento de valores evangélicos y pascuales. Ha de ser testigo de lo que vive. La celebración consciente del domingo es la inmersión en un espacio de fuerte esperanza: el domingo es un fuerte impulso de esperanza. “Donde dos o tres están reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos” (Mt 18, 20).

Cuestiones para el diálogo

  • ¿Vivo la semana según el domingo? 
  • ¿Sé irradiar el significado del domingo en la vida cotidiana?
  • ¿Cómo llegar a vivir el domingo de la fe como día del encuentro con Cristo resucitado? 
  • ¿Y cómo proclamar que “Cristo, nuestra esperanza, ha resucitado”?

Oración final: ORACIÓN CONTRA EL CORONAVIRUS (F.I.A.M.C.)

“Señor Jesús, nuestro Médico Divino, te pedimos que nos guardes y protejas del coronavirus y de todas las enfermedades letales.

Ten piedad de todos los que han muerto. Sana a todos los que están enfermos.

Ilumina a todos los científicos que están buscando un remedio.

Fortalece y protege a todos los asistentes sanitarios que están ayudando en estos momentos a los enfermos.

Dales la victoria a todos los responsables civiles que están intentando limitar el contagio, y dale la paz a todos los que tienen miedo y están preocupados, especialmente los ancianos y las personas en situación de riesgo.

Que tu Preciosa Sangre sea nuestra defensa y salvación. Por tu gracia, transforma el mal de la enfermedad en estos momentos de consolación, crecimiento en la fe y esperanza.

Que temamos el contagio del pecado más que cualquier otra enfermedad.

Nos abandonamos con toda confianza en tu infinita misericordia. Amén”

Evangelio del domingo de la TRINIDAD: “Dios envió a su Hijo para que el mundo se salve por él” (Jn 3, 16-18)

¿Cómo vivir la dignidad de ser hijos de un Dios familiar y solidario?

Evangelio del domingo del CORPUS CRISTI: “Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá para siempre” (Jn 6, 51-58)

¿Asumimos que comer el pan vivo significa compromiso con la utopía del Reino?

No tengáis miedo a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma (Mt 10, 6-33)

¿Superaremos, como cristianos, el reto de gritar el Evangelio con nuestra vida?

“El que os recibe a vosotros, me recibe a mí” (Mt 10, 37-42)

La lógica de SER capaz de perder la vida para ganarla. O la lógica del TENER ¿Cuál es realmente la mía?

ORACIÓN DEL ABRAZO Señor: Enséñame a dar abrazos que acaricien el alma, llenos de ternura y que envuelvan el corazón que los recibe. Que sanen y devuelvan el gozo, que sostengan al que está por derrumbarse y levanten al que está abatido. Permíteme mandar abrazos espirituales que abracen, aún en la distancia, a quienes más amo. ¡Amén!”                                                


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