En el día de hoy, 13 de noviembre, el Papa celebra la misa de la VI Jornada Mundial de los Pobres, en la Basílica de San Pedro. Fue en junio de este año cuando se presentó el mensaje de la VI Jornada Mundial de los Pobres, que incorpora, en esta ocasión, una referencia expresa a la guerra en Ucrania: «¡Cuántos pobres genera la insensatez de la guerra!» señala el documento. «Dondequiera que se mire, se constata cómo la violencia afecta a los indefensos y a los más débiles. Deportación de miles de personas, especialmente niños y niñas, para desarraigarlos e imponerles otra identidad». «Son millones las mujeres, los niños, lo ancianos obligados a desafiar el peligro de las bombas con tal de ponerse a salvo buscando amparo como refugiados en los países vecinos». Denuncia el mensaje: «Los que permanecen en las zonas de conflicto, conviven cada día con el miedo y la falta de alimentos, agua, atención médica y sobre todo de cariño. En estas situaciones, la razón se oscurece y quienes sufren las consecuencias son muchas personas comunes, que se suman al ya gran número de indigentes. ¿Cómo dar una respuesta adecuada que lleve alivio y paz a tantas personas, dejadas a merced de la incertidumbre y la precariedad?»
Recordando la colecta de Corinto, el mensaje señala que «la solidaridad, en efecto, es precisamente esto: compartir lo poco que tenemos con quienes no tienen nada, para que ninguno sufra. Mientras más crece el sentido de comunidad y de comunión como estilo de vida, mayormente se desarrolla la solidaridad.»
«La solidaridad es compartir lo poco que tenemos con quienes no tienen nada, para que ninguno sufra. Mientras más crece el sentido de comunidad y de comunión como estilo de vida, mayormente se desarrolla la solidaridad.»
El documento también propone «considerar que hay países donde, en las últimas décadas, se ha producido un importante aumento del bienestar para muchas familias, que han alcanzado un estado de vida seguro. Este es un resultado positivo debido a la iniciativa privada y a leyes que han apoyado el crecimiento económico articulado con un incentivo concreto a las políticas familiares y a la responsabilidad social. El patrimonio de seguridad y estabilidad logrado pueda ahora ser compartido con aquellos que se han visto obligados a abandonar su hogar y su país para salvarse y sobrevivir. Como miembros de la sociedad civil, mantengamos vivo el llamado a los valores de libertad, responsabilidad, fraternidad y solidaridad. Y como cristianos encontremos siempre en la caridad, en la fe y en la esperanza el fundamento de nuestro ser y nuestro actuar.»
«Frente a los pobres no se hace retórica, sino que se ponen manos a la obra y se practica la fe involucrándose directamente, sin delegar en nadie.» «No se trata de tener un comportamiento asistencialista hacia los pobres, como suele suceder; es necesario, en cambio, hacer un esfuerzo para que a nadie le falte lo necesario. No es el activismo lo que salva, sino la atención sincera y generosa que permite acercarse a un pobre como a un hermano que tiende la mano para que yo me despierte del letargo en el que he caído.»
«No es el activismo lo que salva, sino la atención sincera y generosa que permite acercarse a un pobre como a un hermano que tiende la mano para que yo me despierte del letargo en el que he caído.»
Pero, por el contrario, «frente a la pobreza que mata», hay una «pobreza que libera», «la que se nos presenta como una elección responsable para aligerar el lastre y centrarnos en lo esencial», a «lo que importa en la vida y que nadie nos puede robar: el amor verdadero y gratuito». «Los pobres, en realidad, antes que ser objeto de nuestra limosna, son sujetos que nos ayudas a liberarnos de las ataduras de la inquietud y la superficialidad». Es una «gran paradoja de la vida de fe»: «la pobreza de Cristo nos hace ricos«. El Papa evoca la figura de Charles de Foucauld, canonizado el pasado 15 de mayo y sus propias palabras: «No dejemos nunca de ser pobres en todo, hermanos de los pobres, compañeros de los pobres, seamos los más pobres de los pobres como Jesús, y como Él amemos a los pobres y rodeémonos de ellos»
Más información: www.vaticansnews.va.
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