En pleno apogeo del Congreso de Laicos que se celebrará en Madrid del 14 al 16 de febrero del año en curso y antes de comenzar la Cuaresma, me parece interesante profundizar en el tema “La Resurrección de Cristo y la nuestra, acción perenne del Espíritu Santo“. Descubrir que es un mismo hecho la Resurrección de Cristo y la vivificación de la comunidad nos ayudará a meternos en este tiempo pascual con otra mirada. A mirar con la mirada amorosa de Dios que nos devuelve la dignidad perdida (recreados, amados….) así como nos ayudará a madurar la fe siendo y haciendo comunidad.
Comenzamos haciendo juntos la siguiente oración
Decimos con Isabel de la Trinidad: «¡Oh Cristo amado… te pedimos que nos revistas de ti mismo, que identifiques nuestra alma con todos los movimientos de tu alma; que nos sustituyas, para que nuestra vida no sea más que una irradiación de tu propia vida…!»
Evangelio
Tras proclamar el Evangelio dominical inserto en la web: www.centroberit.net en la categoría del Blog: Evangelio y comentario, dedicamos un momento de silencio para dejar que la Palabra de Dios suene en nuestros corazones y compartimos lo que nos sugiere.
Tema: “La Resurrección de Cristo y la nuestra, acción perenne del Espíritu Santo”
La Resurrección de Cristo es un mensaje de fe proclamada y acogida, es un mensaje de fe “dichosos los que sin haber visto creen” (Jn 20,29). El amor de Dios, la entrega a Él y al prójimo solo es posible si hay una fuerte experiencia interior y comunitaria obrada por el Espíritu que nos hace capaces de reconocer el amor de Dios.
El autor del tema es D. francisco Martínez García. Folleto publicado en Zaragoza 2004
(ver descarga pdf)
Reflexionamos el texto con la ayuda de las siguientes preguntas:
- Tras la lectura del texto ¿qué sentimiento, palabra… me ha evocado?
- ¿Qué tiempo dedico al encuentro personal y directo con el Señor de nuestra vida?
- ¿Qué medios pongo para buscar esos espacios?, ¿Qué dificultades encuentro?
- ¿Es mi amor a Dios el que conduce, ilumina, llena de sentido mi vida y me hace disponible para la misión?
- ¿Vivo la comunidad como espacio privilegiado de la manifestación de la resurrección de Cristo?
- ¿Qué entiendo cuando en el texto se dice “ver la comunidad cristiana como el Cuerpo místico de Cristo?
Oración final
Terminamos la reunión dando gracias a Dios y recitando juntos:
No crece la vida de Dios Desde la muerte humana, sino la plenitud humana desde la muerte de Dios.
No realza la fortaleza de Dios la debilidad nuestra, la debilidad de Dios construye la fortaleza.
Porque solo los ídolos se alimentan de la sangre ajena, pero Dios derrama la suya para salvar la nuestra.
El cauce frío del hierro que desgarra la carne honrada con el mismo golpe el corazón encarnado de Dios.
Y donde un golpe nos hiere, acude incesante el agua viva, pues solo puede manar Amor por el boquete abierto al Infinito.
(B. González, SJ)
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