El pasado día 16 de enero, tuvo lugar una nueva sesión del curso aula de teología del Instituto Diocesano de Estudios Teológicos para Seglares, bajo el título «Las sombras que oscurecen el horizonte: “cada vez más cerca, pero no más cercanos”, por Antonio Calvo, profesor de antropología filosófica y miembro del Instituto Mounier.

Inició su exposición con una semblanza sobre la Encíclica «Fratelli tutti» (FT). «Escrita hace tres años, el Papa estaba escribiéndola cuando se inició la pandemia y es la última carta de este pontífice hasta el día de hoy». En opinión de Calvo, va en la línea de las cartas anteriores. «La inspiración de Francisco de Asís la mantuvo en Laudato Si y en Fratelli Tutti recuerda que “no pretende resumir la doctrina sobre el amor fraterno, sino detenerse en su dimensión universal, en su apertura a todos”. Recuerda el Papa, en este sentido: “he procurado hacerlo de tal manera que la reflexión se abra al diálogo con todas las personas de buena voluntad”. Lo que pretende el Papa -señaló Calvo» no es plantear una perspectiva creyente sino también humana y que la reflexión que haga le pueda servir a cualquier ser humano. 

La Encíclica está dividida en ocho capítulos: empieza por ver las “sombras”, como dificultades para un mundo abierto (capítulo 1). “Las sombras de un mundo cerrado”. El ponente se refirió, en primer lugar, a algunas reflexiones del Papa en FT.  “Algunas tendencias del mundo actual que desfavorecen el desarrollo de la fraternidad”, para el Papa Francisco, son: algunos sueños (Europa, Latinoamércia….) se están volviendo atrás. Surgen nacionalismos cerrados. El desinterés por el bien común son instrumentalizado por la economía para imponer un modelo cultural único. Esta cultura unifica al mundo pero divide a las personas y a las naciones porque la sociedad, cada vez más globalizada, “nos hace más cercanos pero no más hermanos” (Benedicto XVI). “La política se vuelve cada vez más frágil frente a los poderes económicos transnacionales que clican el “divide y reinarás”. “Se alienta una pérdida en el sentido de la historia, una manera eficaz de licuar la conciencia histórica, el pensamiento crítico, la lucha por la justicia y los caminos de integración es vaciar de sentido o manipular las palabras”. 

“Sin proyecto para todos”. “La humanidad no tiene un proyecto común: la mejor manera de dominar es sembrar la desesperanza y suscitar la desconfianza constante”. El Papa, explica Calvo, habla del “descarte mundial”, “partes de la humanidad parecen sacrificadas en beneficio de una selección que favorece a un sector humano digno de vivir sin límites”. Aumenta la riqueza, pero no la equidad.

“Derechos humanos no suficientemente universales”: “la mujer no esta todavía considerada igual que el varón en muchos lugares, la esclavitud todavía sigue existiendo…”. “Conflicto y miedo”: “guerras, atentados, persecuciones por motivos raciales o religiosos”, “Cultura de muros”, “soledad”, “inseguridad”, de muchas personas que se sienten abandonadas, situación que favorece mafias protectoras. 

“Globalización y progreso sin un rumbo común”. “Se constata un deterioro de la ética que condiciona la acción internacional, y un debilitamiento de los valores espirituales“. “Impera una indiferencia fría y globalizada”, una “cultura del enfrentamiento, no del encuentro”.  

“Sin dignidad humana en las fronteras”. Debe reconocerse el “derecho a emigrar y a no emigrar, mantener las condiciones para permanecer en la propia tierra”. 

“La ilusión de la comunicación”: “todo se convierte en un espectáculo que puede ser espiado, vigilando y la vida se expone a un control constante”. “Información sin sabiduría”: “no se escucha al otro, no hay encuentro”. 

“Sometimientos y autodesprecios”. “no existe peor alienación que experimentar que no se tienen raíces”. 

Calvo señaló que “son sombras que miran al mundo actual, en el que vivimos, no tanto a la Iglesia que tenemos y en la que vivimos”. “Pero me centraré en las sombras de dentro; las de fuera, las vemos todos los días en el periódicos, en las televisiones, en cualquier lugar”. “Aquí estamos entre personas que creemos en Dios y somos los primeros que debemos reflexionar”. 

La Encíclica termina con una “vuelta a la identidad cristiana, con una declaración y una oración”. “En este espacio de reflexión sobre la fraternidad universal, me sentí motivado -recordó Calvo las palabras del Papa- especialmente por san Francisco de Asís, y también por otros hermanos que no son católicos: Martin Luther King, Desmond Tutu, el Mahatma Mohandas Gandhi y muchos más. Pero quiero terminar recordando a otra persona de profunda fe, quien, desde su intensa experiencia de DIos, hizo un camino de transformación hasta sentirse hermano de todos. Se trata del beato Carlos de Foucauld”. “Él fue orientando su sueño de una entrega total a Dios hacia una identificación con los últimos, abandonas en lo profundo del desierto africano. En ese contexto expresaba sus deseos de sentir a cualquier ser humano como un hermano, y pedía a un amigo: “Ruegue a Dios para que yo sea realmente el hermano de todos”. Quería ser, en definitiva, “el hermano universal”. Pero sólo identificándose con los últimos llego a ser hermano de todos”. 

Calvo señaló que había dos aspectos en los que planteaba una cierta disensión. “Cuando hablamos de que Dios nos creó iguales en dignidad y que Dios es nuestro Padre, no hablamos de un conocimiento constatable; estamos hablando de algo que hemos llegado a creer”. “Y precisamente, porque lo hemos llegado a creer y porque la experiencia de la vida, la razón y nuestra propia experiencia nos ha llevado ahí, damos el paso de creer porque parece más razonable”. 

“Como conclusión de esta primera parte -concluyó Calvo la primera parte de su exposición-, podríamos decir que la fraternidad, como Dios, son realidades en las que creemos. La mayor parte de la humanidad cree en Dios pero la mayor parte de la humanidad no cree de la misma manera en Dios; y alguna parte de la humanidad no cree en Dios. Todos los seres humanos nos encontramos con alguna verdad que se nos impone a todos”. 

“Me centraré, en esta segunda parte, en cómo hemos llegado hasta aquí”. “¿Por qué nosotros decimos que somos hermanos y por qué creemos que Dios es nuestro Padre?” se preguntó el ponente. “Hace muy pocos millones de años (13.800 millones de años), solamente los últimos millones de años existe el ser humano”. “Pero la explosión de humanidad no empieza a haber una distancia verdadera hasta que este ser no empieza a ser “un poco creador”. No solo con la técnica, sino con el significado que le va encontrando a la realidad”. “Lo que surge del ser humano y lo que le humaniza son, desde mi punto de vista, dos realidades intangibles pero potentísimas: que son la palabra -la capacidad del ser consciente, de caer en la cuenta de que existe-  y el amor. Y ya existe un esbozo en los animales, pero hay un salto cualitativo entre un animal y un humano. Es el salto de saber que existo. El salto de anticipar la existencia. El salto de saber que muero. El salto de saber que el cuidado me hace bien y hace bien a quien lo hago. El salto del cuidado al amor. El salto de pensar en el amor. De que eso que a mi me hace tanto bien, hace tanto bien al de mi grupo, lo puedo pensar y puedo pensar que el otro, el que no se de mi grupo, a lo mejor es como yo, y también le viene muy bien”. “Con la razón y el amor hemos ido rompiendo barreras y hemos sido cayendo en la cuenta de que esto a lo mejor tiene algún sentido, a lo mejor no solamente nos encontramos con el muro de la muerte y ya está, sino que hay algo que lo puede derribar, llevar más allá, que nosotros realmente no estamos viviendo entre el muro de la naturaleza, que la naturaleza nos viene pequeña a no ser que la naturaleza sea creación, y no solo evolución”. 

“Entonces nos encontramos con que, gracias a eso que es inexplicable desde el punto de vista del proceso natural, porque muy posiblemente, a medida que vayamos teniendo más conocimientos y capacidades técnicas, iremos describiendo cada vez mejor lo que sucede en el cerebro, que es la frontera más laberíntica que tenemos e iremos describiendo cada vez mejor lo que sucede en el cerebro. Pero hay dos cosas que suceden en nuestro ser que posiblemente no van a tener nunca una explicación, se adentran en el mundo del sentido y son intangibles: el pensamiento y el amor”. “La capacidad de encontrar significados, de pensar y la capacidad de actuar de una manera orientándose por la experiencia pensada, no solamente vivida”.  

“Al hombre, lo que le humaniza de verdad es ser un ser de palabra y de amor, capaz de comprender y conocer, y de amar”. Y resulta que eso que le humaniza le hace pisar tierra “pero adentrándose en la humanidad”. “Cuando tú amas, lo que experimentas es que eso siempre debe ser así. Es lo que debe ser. A ti te hace la mejor posibilidad de ti, y al otro le hace el mayor bien posible”. “Preserva la belleza, preserva la verdad, preserva la comunión entre las personas, la promueve, rompe la frontera de la naturaleza, por completo. La biología es incapaz de explicarlo. Y de hecho, cuando venimos a la vida, la biología no es capaz de hablar, no es capaz de pensar; hasta que no nos relacionamos con otros seres humanos, no surge eso”. “El lenguaje nos viene desde fuera”, indicó Calvo. “Evidentemente, en nuestro cuerpo hay una “tierra predispuesta”, pero nos viene desde fuera”. “Cuando hablamos de fraternidad, tenemos que ser muy conscientes que eso nos llega a través de los demás”. “El ser humano es un ser que viene completamente menesteroso, necesita todo, sería inviable por si mismo. No es autosuficiente”. “Cuando es más consciente en su vida, se da cuenta de que no es autosuficiente ni para ser”. “La vida es un regalo, total, sin paliativos de ninguna clase”. 

“El conocimiento nos viene desde fuera, el amor también, pero podemos ser educados bien o mal”. “Se nos educa en el amor o en el destrozo”. “¿Cuál es la verdad de la realidad?”, se cuestionó Calvo. “La verdad de la realidad es que hay un proceso evolutivo que podemos ir conociendo y que hay un proceso dentro de la evolución que no podemos conocer, que tenemos que creer en él o no creer”. “Pero resulta que si creemos, la vida se nos abre con un sentido, que sobrepasa incluso el muro de la muerte, y si no creemos, no viviremos con ese sentido”. “Y nos encontramos con que parece que el límite es lo que podemos conocer, la ciencia; pero el límite es lo que podemos comprender. Con lo que conocemos y con lo que experimentamos, sobretodo con lo que experimentamos al amar, se nos abre un horizonte de eternidad, en el que podemos, incluso, comprender a Dios; una realidad absolutamente misteriosa, absolutamente imposible de conocer y, sin embargo, comprensible: “Te bendigo Padre porque esto se lo has dado a conocer a los sencillos”. Esto está hecho para cualquier ser humano. La capacidad de comprensión que te da el amor está hecho para cualquier ser humano, ni siquiera hace falta ir a la escuela. Solo hace falta ser “humano”. 

“Esa es la verdad de la realidad: que hay historia pero también misterio. Cuando quitamos el misterio de la historia, la vida no tiene sentido. Entonces, todo lo que podemos conocer se ilumina con lo que no podemos conocer”. “Pero aquí nos encontramos con otra verdad, la socrática: “solo sé que no sé”. “Nunca dejes de buscar, no cierres nunca la búsqueda”. “No te pongas ni por encima ni por debajo de nadie”. “Y no creas que sabes lo que no se puede saber”. Ante el tribunal que condenó a muerte a Sócrates, dijo “¿quién sabe si no me espera mucho mejor de lo que tenemos aquí?”. “El que se cree que sabe lo que no es posible saber vive un orgullo que le impide precisamente comprender”. “La verdad socrática es, sobretodo, la actitud de uno: el no cerrar nunca la búsqueda”. “Y esa es la verdadera actitud humana: nos pone en un camino de aprendizaje permanente, comprensión en la máxima posibilidad: esa actitud es la humildad”. “La humildad no es humillación, sino “pisar tierra”, es “humus”. 

“Verdad hay en la realidad pero, como señaló Sócrates, es algo que hay que ir desvelando sin apropiarnos de lo que supuestamente podemos saber, que no podemos saber”. “Hay cosas que pertenecen a ese mundo de la no-ciencia, inaccesible con nuestra capacidad de conocimiento. Algo ajeno a la ciencia. Pero si queremos alcanzar una buena comprensión, la ciencia es imprescindible”. “Quien realmente abre el alcance de lo que realmente se puede conocer es el amor, la capacidad de amar”. “Porque hasta el más sencillo de los seres humanos, se da cuenta de que necesita amar y ser amado. Y si no ha sido amado no conoce qué es amar. Por lo tanto, padecerá un “muro” en su compresión de sí mismo y de la realidad”. “El amor no solamente es el que nos permite sacar nuestro mejor yo, modelar nuestro mejor yo, sino a la vez comprender el mejor sentido de la realidad”. 

“El amor no solamente es el que nos permite sacar nuestro mejor yo, modelar nuestro mejor yo, sino a la vez comprender el mejor sentido de la realidad”.

Explicó Calvo que “en el proceso de humanización nos encontramos que vamos rompiendo muros, sobre todo de grupos. Hemos ido cuidándonos en grupos para sobrevivir y el “otro” era el enemigo. Llega un momento en ese proceso en el que, en una tradición, que es la que nosotros hemos recibido pero que es compartida, se ha culminado la experiencia del amor: porque ha llegado un momento en que ya se iba abriendo en algunos momentos del Antiguo Testamento, fuera del Pueblo de Israel, la experiencia ya iba siendo para todos. Siempre ha sido un hombre el que experimenta que el amor de Dios es mucho más. Y ello porque el amor humano no está fundamentado en mi mismo, porque por mucho que yo ame no voy a ser capaz de preservaros la vida.” “Os moriréis en mis brazos y moriréis cuidados, pero moriréis”. “Si no existe esta realidad creadora y amorosa, se acaba todo”. “Por mucho que yo ame, y tenga la experiencia todos los días de mi vida, en todos los momentos de mi vida, que cuando yo hago algo amando eso es definitivo, la realidad que llamamos eternidad, nos damos cuenta que en cada acto de amor sucede”. “El amor no es algo, el amor es Alguien”. “Y eso es los que nos enseñó a ver Jesús”.  “No solamente alguien, es alguien que nos quiere tan entrañablemente, que nos está creando, que nos está convocando al ser”. “Si hay alguien en la historia de la humanidad verdaderamente místico, si hay alguien que ha roto las barreras o en el que Dios ha podido romper las barreras de la ceguera humana, para mi es el primogénito, el que universaliza el amor, es Jesús de Nazaret”. 

“Jesús de Nazaret es un ser muy sencillo, que murió joven, en una provincia romana apartada, es absolutamente milagroso lo que sucedió allí. Las palabras y la manera de morir y su vida pública fueron suficientes para montar un revuelo que, desde mi punto de vista, no se va a apagar, debido a que no se puede, a partir de esa experiencia, pensar en Dios más y mejor, y pensar en el hombre, más y mejor, y preservar el mundo de una manera mejor”: “que alguien te diga “tú eres hijo”, aunque sea el mayor desastre humano que se pueda imaginar, “tú eres mi hijo querido, por eso existes”, “ama a los enemigos”, no por cualquier razón, sino porque así serás hijo.”

Continuó Calvo, “si yo tengo con esta Encíclica alguna diferencia es porque solamente hay una cita de Mateo 5 y es hablando de la memoria, dice que hay que perdonar (setenta veces siete), amar a los enemigos, nunca hay que olvidar pero como algo que has perdonado. Pero dice que es algo estrictamente personal, que no se puede obligar a nadie a perdonar. Eso es verdad; las experiencias son siempre personales, pero lo “estrictamente personal” parece estar equiparado a “individual” en la Encíclica. Utiliza muchas veces la palabra “personal” para decir “individual” y no son términos equivalentes. Cuando decimos “personal” (concepto que surge en el cristianismo), estamos hablando de un ser que se hace en relación de amor y que no se explica si no es en la relación de amor”. “Y cuando hablamos de “individuo” hablamos de “yo” que soy yo y no otro, pero no estamos hablando de amor”. “Que el perdón, amar a los enemigos, sea algo “estrictamente personal”, es discutible. “Es la culminación de la esencia del amor de Dios, porque es la culminación también de la experiencia del amor humano, porque el amor humano no se explica sin Dios”. “Y cuando tu empiezas a encontrarse sentido a lo que tú vives, a lo que tú eres, y te das cuenta de lo rarísimo que es un ser que coincidiendo un 98 por cien de su genética con un chimpancé, resulta que no tiene nada que ver con un chimpancé de encontrar un sentido a la vida, y que no hay biología que explique que ese ser está trayendo a su vida una comprensión escandalosa que es que la muerte no es el final y que esta vida sigue”. “Y no solamente sigue, sino que sigue hacia la plenitud, porque hay una realidad creadora que durante todo la vida he sentido que me está creando y que si solo dependiera de mi, incapacidad de ser, no tendría sentido, sería un absurdo total porque, or mucho que anheles, estás abocado a morir”. “Si la verdad no es amor, no es Dios”. “Se puede hacer un ídolo de cualquier cosa, pero cuidado con idolatrar a Jesús de Nazaret, pretendiendo conocer a Dios, lo que no es posible, ni ahora ni nunca”.  “Si existe Dios no me lo puedo imaginar de otra manera que como Jesús “El que me ve a mi ve al Padre”, pero debemos evitar hacer de Jesús un ídolo”. “Si nosotros no somos capaces de comprender hasta el última extremo de la realidad, porque es misterio, no podemos pretender saber lo que no sabemos porque sería orgullo y las consecuencias pueden ser muy perjudiciales”. “Corremos el peligro de en vez de ser una familia, convertirnos en un juzgado”. “Esto es creación y es creación de amor, de seres únicos, cada uno de nosotros tiene que descubrir esta verdad porque esta verdad no se le impone desde que nace. Le llega a través del amor que recibe”. 

«Corremos el peligro está en que, en vez de ser una familia, podemos convertirnos en un juzgad0».

“Dios no ha esperado a que seamos buenos para querernos, nos ha querido y por eso existimos”. “El amor va siempre por delante y en el caso de Dios, como decía Juan Ramón Jiménez, la transparencia”. “Dios es intangible, no existe materialmente, es el creador de lo que existe, es el creador del ser”. “Cuando decimos Dios “es” no es equivalente ese “ser” a cuando lo aplicamos al hombre o una cosa”.  “Dios no es en ese sentido, es creador de lo que es y, por lo tanto, su presencia y su figura está en las criaturas”. “La creación es su manera de comunicarse”. “Todo lo que existe es su comunicación”.

Calvo concluyó respecto a la segunda parte de su intervención con la siguiente reflexión: “si nos vamos por la comprensión que nos permite el amor y nuestra capacidad de palabra y nos damos cuenta de que hay una Verdad que vivimos y esa Verdad nos abre un horizonte de vida y de eternidad”. “Esa es la única posibilidad de conocer esa realidad que nos dio Jesús, culminando una tradición”. 

“¿Pero por qué hay que amar al enemigo? Pues porque desde la perspectiva del amor, son los que están en la desgracia, los que no se han enterado del Amor, no por su responsabilidad, “Solo nos libera lo que amamos, cuando amamos”. “Eso es lo que nos hace ser verdaderos”. “Yo soy verdaderamente yo lo que el Amor quiere de mi cuando amo, cuando quiero tu bien, cuando quiero a ti como eres, cuando quiero lo mejor de ti”. “Pero no por esfuerzo, sino por que he visto sentido a esto y lo agradezco”. “Esto no es una cuestión de esfuerzo, solamente, sino que es un esfuerzo constante sentido”. “Si el amor no te lleva, esto no sale”. “Si no te has sentido querido, no es porque el otro sea malo, el otro, sea como sea, es mi hermano”. “Pero no se ha enterado. ¿Cómo puedo hacer yo que esa persona se entere? Dando mi vida por él. No puedo hacerlo de otra manera”. “si me meto en su funcionamiento, nunca entenderé nada y siempre será él más potente que yo”. “Hay que romper la dinámica de la violencia y para ello, como decía Sócrates, con el diálogo y la humildad y, como decía Jesús, “perdónales porque no saben lo que hacen”. “Yo en Jesús no veo absolutamente nada para justificar una respuesta violenta”. “De lo que se trata es de estar tan agradecido y el que no siente el amor, ¿cómo va a estar agradecido?”. “Pero esto es un proceso vital, que muy posiblemente será infinito”. “La distancia que hay entre el Creador y la criatura es tanta que ocupará toda la existencia”. “Si hay algo verdaderamente maravilloso y creador es el amor”. “Y no porque sea algo sino porque es Alguien y se manifiesta en todos los “algos”, en todos esos amores que nosotros somos capaces de vivir”.

“La Iglesia que vendrá -decía Rahner-, o será de cristianos místicos o no será”. “Yo estoy convenido de eso”, señaló Calvo. “Y el papel de la Iglesia será aprender a convivir con otras maneras de creer en el Dios-Amor”. “Dentro de la familia tendremos que aprender a convivir con personas que están en su proceso y que creer de la misma manera que nosotros”. “Y eso es lo que pasa en todas las familias”. “Y si apostamos verdaderamente por el amor, no hay que abaratar el amor: el amor es al de los enemigos y eso es lo que tenemos en el comienzo de esta experiencia cristiana y debería ser en cualquier momento de cualquier experiencia cristiana”. “Yo me imagino una Iglesia que sea una familia de familias, en las que aprendamos a convivir en la diferencia”. “Es necesario vivir esa diferencia de forma más entrañable”. 

“Yo me imagino una Iglesia que sea una familia de familias, en las que aprendamos a convivir en la diferencia”.

“La verdad si no es amor no es Dios”. “Debemos dejarnos orientar por el amor y su verdad, porque si no es así, no seremos capaces de romper las fronteras que deben superarse: la frontera del que no es como yo, del otro, sea quien sea”. “No hay nada más poderoso que el amor”. “El amor nace desde dentro, en el silencio, se puede negar o manipular, pero, en última instancia, el amor es Dios, Dios con nosotros”. “Si hay algo que verdaderamente te abre a la eternidad es amar”. “Pero Dios no aparece nunca, sino que aparece el otro, el que te quiere, …”. “Su presencia y su figura es siempre con el que encuentras, con el que compartes….”. “Por tanto, el amor nunca se queda en el pensamiento, ni en el deseo, el amor actúa y actúa siempre en algo concreto y actúa siempre dando tu vida para que el otro viva”. “Y siempre, preferentemente, con los más tirados”. “Veo un enorme rechazo a amar al enemigo”. “Ese encuentro es escandaloso pero es la última frontera que hay que romper y es la que rompió Jesús”. “Verdaderamente es hijo de Dios para mi por eso”.  “El hijo no debe nada, el amor no hace nunca deudores, hace hijos”. “Nadie debe nada”. “Lo que se exige se exige cuando tú estés agradecido, cuando te rebose el amor”. “El sentimiento es lo que nos lanza a la actuación, no el pensar simplemente”. “La inteligencia se entiende, decía Zubiri”. “Si solo amamos a los amigos, ¿qué mérito tenemos?”. “Tú piensas, y piensas con la inteligencia amorosa y entonces universalizas el amor y no solo universalizas, sino que lo haces preferentemente al que menos se entera: al empobrecido y al que empobrece”. “Y sin creerte mejor, no se trata de merecimientos, se nos ha querido sin merecer nada. Se nos ha querido para ser y para ser hacia nuestra plenitud. ¿Si no, qué sentido tiene el amor y que seamos conscientes?”. 

Donde hay amor se aprende a vivir con el miedo”. “No es que desaparezca el miedo, pero el amor se enfrenta con el miedo, tiene fuerza, de hecho hemos visto a Jesús en la cruz, y hemos visto a Óscar Romero diciendo «no mates», mucha gente que cada día, saliendo al paso, se está dejando la vida para que otro viva. El amor es muy poderoso, es creador, es el único”. “Nada de pensar en el amor como algo, sino que está hablando con Alguien, como algo que proviene de Alguien”. “Pensando así en el amor, nos damos que cuenta de que la vida no es un juicio, no se trata de estar jugando con esto u lo otro. Cuando esto lo descubro, me siento más agradecido y me exige más para que el otro se entere”. “Mi vida, cuando el Amor te crea, cuando te das cuenta de que te crea, mi vida se convierte en creador. Creador de mi mismo, en primer lugar, porque cuando yo amo, me creo bien, acato la verdad de la existencia, me creo co-creando”. “Dejo que Dios me cree, dejo que el amor me cree y entonces yo entrego mi vida porque me doy cuenta de que no soy yo verdaderamente si no amo”. “Entonces, el amor siempre te lanza a la desposesión, pero es el desposeimiento el que te hace ser verdaderamente dueño de ti mismo”. “Es una paradoja permanente”. “El ser humano es para venir a serlo todo, siquiera ser algo en algo”. “A veces la mayor luz la ves en la mayor oscuridad”. “El sufrimiento es paradójicamente, la mayor alegría”. “Es una realidad que se produce de tal manera que tienen la fuerza de transformar absolutamente todo, de romper barreras de todas clases”. “El amor debe abarcar todo y que es el mejor símbolo para intentar atrapar un misterio”. “El símbolo nunca te permite atrapar el misterio, te lleva a él”. 

“El amor siempre te lanza a la desposesión, pero es el desposeimiento el que te hace ser verdaderamente dueño de ti mismo”. “Es una paradoja permanente”

El ponente planteó por qué en su opinión la Iglesia no puede ser hoy verdaderamente fraterna. Criticó que en el centro de la Eucaristía se diga “murió por muchos”, no “por todos”. “Esa no es la experiencia de Jesús”. “Porque muchas veces oyes a sacerdotes que dicen “el bautismo nos hace hijos de Dios”. “¿Y los demás? ¿no son hijos de Dios?” “Dios no solo quiere a los que se bautizan”. “¿No estará el dogma en vez de llevarnos a comprender al amor, impidiendo que lo comprendamos?”. “En vez de acercarnos la divinización de Jesús no estará impidiendo la universalización del amor?” “Lo que yo no puedo renunciar de ninguna manera es al Dios de Jesús”. “Sin Él, no encuentro sentido a la vida”. “Pero sí puedo convivir con personas que no creen en la divinidad de Jesús, sin embargo creen en el amor, hasta dar la vida incluso por el que te hace daño”. 

“Como conclusión de esta charla -concluyó Calvo-, solo en el amor se puede confiar pero no hay que confundir confianza con conocimiento”. “Una cosa es conocimiento y otra creencia”. «Nosotros somos creyentes, profundamente creyentes, por necesidad, porque no somos capaces de conocerlo y porque la realidad es mucho más que lo que podemos conocer”. “Hay una entraña misteriosa en la realidad”.

Finalizó su intervención compartiendo alguna nota sobre el amor:

“El amor ama y nos crea”

“Existimos porque somos amados”

“Nada merecemos, nada debemos, somos hijos”

“Nos va creando creadores, seres únicos, no iguales”.

“Siempre se trata de creación, no estamos en juicio”

“Se crea una persona por amor, para amar”. 

“El amor solo puede amar, su verdad son sus amores”. 

“Quien ama, siempre ama a alguien y crea comunidad”. 

“La creación es una familia creándose por amor. En ella conviven todos, llamados a la plenitud por el amor de todos”. 

“Quien más comprende al amor, más debe amar”. 

“Sin creer mejor, el poder, como la vida, es recibido y es para amar”. 

“Quien ama agradece, no debe”. 

“El amor no hace deudores, crea”. 

“El Creador es transparencia, su presencia y figura son sus hijos”. 

“El ideal, Dios, el amor, es irrenunciable”. 

“Ser perfectos es una llamada a ser plenamente”. 

“No es un estado, es un camino infinito de congregación”. 

“Es un trabajo educativo incesante. La creación es educación permanente y posiblemente infinita en el amor al amor”. 

0 comentarios

Dejar un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?
Siéntete libre de contribuir!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *