El pasado día 3 de diciembre de 2023, se publicó el Mensaje de Cuaresma 2024 del Papa Francisco, con el lema «A través del desierto Dios nos guía a la libertad».

En el mensaje, el Santo Padre afronta un llamado a la libertad que caracteriza a los Hijos de Dios: «Cuando Dios se revela, comunica libertad: «Yo soy el Señor, tu Dios, que te hice salir de Egipto, de un lugar de esclavitud» (Ex 20,2). «El pueblo sabe bien de qué éxodo habla Dios; la experiencia de la esclavitud todavía está impresa en su carne», señala el Pontífice.

La Cuaresma es tiempo de conversión, es tiempo de libertad

Nos interpela a acoger este tiempo del año litúrgico como un tiempo de liberación, un nuevo éxodo: «también hoy el pueblo de Dios lleva dentro de sí ataduras opresoras que debe decidirse a abandonar». «La Cuaresma -nos recuerda- es el tiempo de gracia en el que el desierto vuelve a ser -como anuncia el profeta Oseas- el lugar del primer amor» (Cf. Os 2,1617).

«También hoy el pueblo de Dios lleva dentro de sí ataduras opresoras que debe decidirse a abandonar».

Pero nos avisa de que «el éxodo de la esclavitud a la libertad no es un camino abstracto». Es, también una Cuaresma «concreta», en la que «el primer paso es que ver la realidad»: «Yo che visto la opresión de mi pueblo, que está en Egipto, y he oído los gritos de dolor, provocados por sus capataces. Sí, conozco muy bien sufrimientos», manifestó Yavhé en la zarza ardiente que atrajo a Moisés. «Hoy también llega al cielo el grito de tantos hermanos y hermanas oprimidos. Preguntémonos-: ¿nos llega también a nosotros? ¿Nos sacude? ¿Nos conmueve? Muchos factores nos alejan los unos de los otros, negando la fraternidad que nos une desde el origen».

«Hoy también llega al cielo el grito de tantos hermanos y hermanas oprimidos. Preguntémonos-: ¿nos llega también a nosotros? ¿Nos sacude? ¿Nos conmueve? Muchos factores nos alejan los unos de los otros, negando la fraternidad que nos une desde el origen»

El Papa Francisco vuelve al recuerdo de su viaje a Lampedusa, marcado por dos preguntas fundamentales: «¿Dónde estás» (Gn 3,9) y «¿Dónde está tu hermano?» (Gn 4,9). Hoy, en esta Cuaresma, que será concreta si, «al escucharlas de nuevo, confesamos que seguimos bajo el dominio del Faraón». «Es un domino que nos deja exhaustos y nos vuelve insensibles. Es un modelo crecimiento que nos divide y nos roba el futuro, que ha contaminado la tierra, el aire y enagua, pero también las «almas». «Porque, si bien con el bautismo ya ha comenzado nuestra liberación, queda en nosotros una inexplicable añoranza por la esclavitud». «Es como una atracción hacia la seguridad de lo ya visto, en detrimento de la libertad». Una añoranza que impide alcanzar una libertad verdadera. El Papa nos interpela a preguntarnos «?deseo un mundo nuevo? ¿Estoy dispuesto a romper los compromisos con el viejo?. El verdadero problema, señala el Papa, es un «déficit de esperanza». «Es un impedimento paras ñora, un grito mudo que llega hasta el cielo y conmueve el corazón de Dios». «Se parece a esta añoranza por la ecalvitud que paraliza a Israel en el desierto, impidiéndole avanzar El éxodo puede interrumpirse. De otro modo no se explicaría que una humanidad que ha alcanzado el umbral de la fraternidad universal y niveles de desarrollo científico, técnico, cultural  jurídico, capaces de garantizar la dignidad de todos, camine en la oscuridad de las desigualdades y los conflictos»:

Pero, «Dios no se congas de nosotros», señala: «Acojamos la Cuaresma como el tiempo fuerte en el que suPalabra se dirige de nuevo a nosotros: «Yo soy el Señor, tu Dios, que te hice salir de Egipto, de un lugar de esclavitud» (Ex 20,2). «En Cuaresma, señala el Papa, encontramos nuevos criterios de juicio y una comunidad con la cual emprender un camino que nunca antes habíamos recorrido».

«En Cuaresma encontramos nuevos criterios de juicio y una comunidad con la cual emprender un camino que nunca antes habíamos recorrido».

La Cuaresma es tiempo de lucha

Pero ello «implica una lucha», que el libro del éxodo y las tentaciones Jesús en el desierto nos narran claramente. «Por eso, podemos apegarnos al dinero, a ciertos proyectos, ideas, objetivos, a nuestra posición, a una tradición e incluso a algunas personas». «Esas cosas en lugar de impulsarnos, nos paralizarán. En lugar de unirnos, nos enfrentarán».

Por eso, podemos apegarnos al dinero, a ciertos proyectos, ideas, objetivos, a nuestra posición, a una tradición e incluso a algunas personas». «Esas cosas en lugar de impulsarnos, nos paralizarán. En lugar de unirnos, nos enfrentarán»

La Cuaresma es tiempo de detenerse

Pero «la Cuaresma es también tiempo de detenerse», señala el Papa. «Detenerse en oración, para acoger la Palabra de Dios, detenerse como el samaritano, ante el hermano herido. El amor a Dios y al prójimo es un único amor. No tener otros dioses es detenerse ante la presencia de Dios, en la carne del prójimo. Por eso la oración, la limosna y el ayuno no son tres ejercicios independientes, sino un único movimiento de apertura, de vaciamiento: fuera los ídolos que nos agobian, fuera los apegos que nos aprisionan. Entonces el corazón atrofiado y aislado se despertará. Por tanto, desacelerar y detenerse. La dimensión contemplativa de la vida, que la Cuaresma nos hará redescubrir, movilizará nuevas energías». «Delante de la presencia de Dios nos convertimos en hermanas y hermanos, percibimos a los demás con nueva intensidad; en lugar de amenazas y enemigos encontramos compañeras y compañeros de viaje. Este es el sueño de Dios, la tierra prometida hacia la que marchamos cuando salimos de la esclavitud».

«Delante de la presencia de Dios nos convertimos en hermanas y hermanos, percibimos a los demás con nueva intensidad; en lugar de amenazas y enemigos encontramos compañeras y compañeros de viaje. Este es el sueño de Dios, la tierra prometida hacia la que marchamos cuando salimos de la esclavitud».

La Cuaresma es tiempo de tomar decisiones

Pero el Papa anima también a convertir la Cuaresma en un tiempo de decisiones comunitarias: «de pequeñas y grandes decisiones a contracorriente, capaces de cambiar la cotidianidad de las penosas y la vida de un barrio, los hábitos, de compra, el cuidado de lc creación, la inclusión de los invisibles o los despreciados».

«Invito a todas las comunidades cristianas a hacer esto: a ofrecer a sus files momentos para reflexionar sobre los estilos de vida; a darse tiempo para verificar su presencia en el barrio y su contribución para mejorarlo».

El Papa invita a «todas las comunidades cristianas a hacer esto: a ofrecer a sus files momentos para reflexionar sobre los estilos de vida; a darse tiempo para verificar su presencia en el barrio y su contribución para mejorarlo».

La Cuaresma, tiempo para la nueva esperanza

Concluye el Papa con un llamado a convertirnos en «destello de una nueva esperanza». «En la medida en que esta Cuaresma sea de conversión, entonces, la humanidad extraviada sentirá un estremecimiento de creatividad; el destello de una nueva esperanza. Quisiera decirles, como a los jóvenes que encontré en Lisboa el verano pasado: «Busquen y arriesguen, busquen y arriesguen. En este momento histórico los desafíos son enormes, los quejidos dolorosos —estamos viviendo una tercera guerra mundial a pedacitos—, pero abrazamos el riesgo de pensar que no estamos en una agonía, sino en un parto; no en el final, sino al comienzo de un gran espectáculo. Y hace falta coraje para pensar esto» (Discurso a los universitarios, 3 agosto 2023). Es la valentía de la conversión, de salir de la esclavitud. La fe y la caridad llevan de la mano a esta pequeña esperanza. Le enseñan a caminar y, al mismo tiempo, es ella la que las arrastra hacia adelante.[1]

 

 

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