D. Carlos Escribano, Arzobispo de Zaragoza, presidió el pasado lunes, día 23 de octubre, el acto de inauguración del nuevo curso anual del Instituto Diocesano de Estudios Teológicos para Seglares 2023-2024. 

El Sr. Arzobispo felicitó al Instituto por el contenido del nuevo curso, dedicado a la inculturación de la fe, que calificó como muy interesante y que “encaja muy bien con la propuesta que nos ha hecho el santo padre, el Papa Francisco”. 

En su alocución recordó que estamos viviendo inmersos en muchas realidades eclesiales, destacando la dinámica sinodal, “con lo que está significando y va a significar para nuestra Iglesia”. “Está culminando el primer sínodo y el año que viene en octubre será el segundo momento”. 

Recordó igualmente una segunda realidad que nos propone el Papa Francisco, “enormemente exigente”: el gran Jubileo del año 2025, con el lema “Peregrinos en la esperanza”. Este nuevo Jubileo, recordó Monseñor Escribano, pretende salir al paso de las tragedias sufridas en los últimos años por la humanidad: la pandemia, la guerra… 

“El Papa nos invita a dos cosas: lo primero es profundizar en los documentos del concilio Vaticano II.  Y lo segundo es el año que viene trabajar la espiritualidad del Padrenuestro, aplicándolo como una realidad de vida para los creyentes”. “Nos pide que profundicemos en la vida de la oración y, singularmente, en el Padrenuestro, como una gran tarea”. “El hecho de que el curso pasado, el Instituto estudiase ya los documentos del Papa Francisco y que, en este curso, se haga una aplicación práctica de lo que es el espíritu del Concilio Vaticano II, con todo el tema de la inculturación, es algo que estaba en el corazón de San Juan XXIII cuando convocó el Concilio Vaticano II”.

“Es esa visión que él tiene absolutamente providencial y profética en la que descubre que la Iglesia tiene que actualizarse”. “Yo creo que este curso puede servir muy bien para llevar adelante esa propuesta del Papa”. 

Evocando alguna de las reflexiones realizadas por el ponente la lección inaugural, D. José Alegre, el Sr. Arzobispo señaló que “en este momento, la Iglesia diocesana de Zaragoza, en muchos lugares tiene ya un nuevo rostro y un nuevo acento. Hay barrios y hay poblaciones donde la comunidad ya no es de origen español.  Hay barrios en Zaragoza donde la comunidad es foránea  en un porcentaje del noventa por ciento”.

“En este momento, la Iglesia diocesana de Zaragoza, en muchos lugares tiene ya un nuevo rostro y un nuevo acento”.

“No son los catequistas solo los que animan la liturgia, sino también los que llevan adelante el banco de alimentos … “Y si ellos no estuviesen,  pues prácticamente quedaría una comunidad residual”. “Y esa es una Iglesia nueva que está en Zaragoza y a la que tenemos que dar respuesta, la que tenemos que seguir acompañando y cuidando y dándole el protagonismo necesario porque ellos son también protagonistas de la evangelización que tenemos por delante”. 

El Sr. Arzobispo finalizó su intervención agradeciendo al Instituto el esfuerzo de seguir haciendo una oferta para la formación permanente para el laicado. “Yo creo que eso es muy necesario.  Los laicos siempre demandan formación; es una necesidad que está allí y que hay siempre que intentar hacer propuestas que sean interesantes y que iluminen el camino”.

“La formación del laicado debe ser una prioridad. Es una necesidad que esta allí y que hay  siempre que intentar hacer propuestas que sean interesantes y que iluminen el camino”

“Uno de los retos que tenemos es que esa demanda  se extienda a más gente. Hay mucha gente que tiene esa inquietud  y yo creo que en el panorama de nuestra iglesia diocesana, hay una oferta interesante: “toda la tarea que está llevando adelante el CRETA, también el Centro Pignatelli  (que también está haciendo un curso preparando el tema del Jubileo del año 2025), y lo que se hace desde aquí, desde este Instituto”. 

“Creo que hay una atención muy interesante para que nuestros seglares podáis formaros y podáis abrir el corazón y el espíritu para afrontar los retos de la evangelización que tenemos en este momento”. 

“Creo que hay una atención muy interesante para que nuestros seglares podáis formaros y podáis abrir el corazón y el espíritu para afrontar los retos de la evangelización que tenemos en este momento”. 

Finalizó su alocución felicitando a los organizadores y participantes en el curso, dando por inaugurado el nuevo curso 2023-2024 del Instituto Diocesano de Estudios Teológicos para Seglares. 

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