El pasado día 13 de febrero tuvo lugar una nueva sesión del curso anual de Teología del Instituto Diocesano de Teología para Seglares, esta vez a cargo de Dª Pilar de la Vega, Catedrática de Historia, que trató el tema «Ideologías separadoras y proyecto humanizador. La tarea de la religión, la ciencia y la política«.
«Esta Encíclica la comentaré desde una opción subjetividad, marcada por mi propia condición de profesora de Historia. Afronto el análisis de esta Encíclica desde el texto, pero también desde el contexto”, indicó De la Vega al inicio de su intervención.
El contexto de la Encíclica, datada en el 2020, está marcada por las circunstancias concurrentes en ese momento. “Es una Encíclica que hay que leerla con bastante atención, de lo contrario se puede vanalizar, como lo ha sido mediáticamente”. La Encíclica responde a un momento histórico muy determinado: el contexto es una crisis del modelo de globalización, un enfrentamiento de dos bloques entre, fundamentalmente, Estados Unidos, China y Rusia, muchas guerras en el mundo (Ucrania, Sudán, Yemen, Siria, Congo…)”. “Es una situación que responde a un momento difícil y también en este momento, en que se publica la Encíclica, también estamos asistiendo a fenómenos de terrorismo religioso y se está generando un mundo altamente inestable en el que alugnos piensan que puede estallar un peligro nuclear, como en el momento de “Pacem in terris”.
“Estamos viviendo también un momento de grandes disparidades económicas, hay que añadir la tragedia del COVID, que ha vuelto a demostrar la desigualdad de los países más pobres, que son los que más han sufrido, y también esta Encíclica responde a movimientos migratorios, con una calra definición sobre el tema migratorio”.
“Por lo tanto, este cambio de época que estamos viviendo, es un cambio que se produce fundamentalmente como un cambio de época y la caída del muro de Berlín. Hasta entonces, la Guerra Fría y la confrontación de bloques. Tras el año 89 se supera la bipolaridad, pero hay un momento clave: 11 de spetimebre de 2001, con el atentado a las Torres Gemelas. A partir de aquel momento, se plantea el concepto del “Eje del Mal” (invasión de Afganistán, Irak..) La división ahora es una división ideológica, definiéndose a la gente entre “buenos” y “malos”, a través de un prisma identitario”. “Este maniqueísmo, la polarización, en todas sus formas, se contempla en el documento”.
“La encíclica se dirige a todos pero especialmente a los cristianos y, particularmente, a los católicos”. “No parece, en muchas ocasiones, que los católicos seamos protagonistas del cambio y caemos, con demasiada frecuencia, en este maniqueísmo religioso que caracteriza el momento presente”.
Pilar de la Vega: “No parece, en muchas ocasiones, que los católicos seamos protagonistas del cambio y caemos, con demasiada frecuencia, en este maniqueísmo religioso que caracteriza el momento presente»
“Si en los años 70, los vientos soplaban hacia la izquierda (teología de liberación…), desde la caída del muro de Berlín, el espíritu del mundo ha girado fundamentalmente hacia la derecha y estamos en un modelo propio del neocapitalismo, sin escrúpulos, que está marcando el devenir del mundo”, señaló. “También se presenta un fenómeno de carácter populista y un resurgimiento de los movimientos identitarios, de los nacionalismos y de los políticos religiosos”. “La religión también está entrando en este juego y se está produciendo una territorialización de la religión, reducida muchas veces a un factor étnico y un fundamentalismo, incluso, invocando el nombre de Dios”.
“En este contexto, el Papa Francisco lanza el sueño de una fraternidad renovada, entre pueblos y personas; fraternidad religiosa pero también económica, política y social.”
“Esta fraternidad parte de un encuentro en el año 2019, en Abu Dabi, con el Gran Imán Ahmad Al-Tayyeh, y, por ello, propone una propuesta de fraternidad, desde una perspectiva, con el convencimiento de que, desde una fraternidad religiosa, puede surgir una fraternidad universal, un movimiento de paz capaz de atravesar pueblos y naciones. Y esto, entiende el Papa, no puede dejar de ir acompañado de una revolución cultural, por una nueva cultura, la “cultura del encuentro”. “Una cultura que vaya más allá de las dialécticas que enfrentan”. “Es un estilo de vida tendente a conformar ese poliedro, una unidad cargada de matices ya que el todo es superior a la parte”. “El poliedro representa una sociedad donde las diferencias conviven complementándose y creciendose e iluminándose progresivamente”. “Frente a la polarización y el enfrentamiento”. “La Encíclica presupone una fundación cultural concreta que sostiene el signo de la fraternidad”. De la Vega evoca, en este sentido, las palabras del Papa: “desde mis convicciones cristianas, pero con el deseo de mi reflexión se abra al diálogo con todas las perosnas de buena voluntad”. “No se trata de una utopía sino de una provocación ideal cuya raíz deriva de la fe evangélica”.
“El concepto de fraternidad es, para la derecha católica, un término muy equívoco porque le recuerda la revolución francesa y las utopías de la izquierda. Por ello, cuestiona muchas veces este concepto. Pero la propia Encíclica cita cuales son sus modelos de fraternidad: el sueño de Martín Lutero King, cuyo nombre aparece citado al final junto con el de San Francisco, Gandhi, Desmond Tutu y Carlos de Foucauld”. “No se trata de ceder a un espíritu utópico, a la filantropía humanitaria -como le achacan algunos-, su concepto de fraternidad es mucho más profundo”. “Aparece en la Encíclica el sentido jesuita que han caracterizado las misiones de la Compaía de Jesús (S. XVII-XVIII) en determinado territorios de América y de Asia”.
“Frente a los que le acusan de “utópico”, yo creo que el Papa Francisco es un realista”, señaló De la Vega. “Conoce perfectamente la crítica de San Agustín a la teología política, a la confusión entre el reino de Dios y el reino de los hombres, pero es un realista que sabe que el realismo, si no quiere ser cínico, ha de ir siempre más allá, arriesgar un proyecto ideal, debe abrir a la esperanza”. “El Papa Francisco considera que el cristiano es un hombre con esperanza y no con resignación”. “Para el Papa Francisco, el auténtico realismo es un real-idealismo”. “La Fratelli Tutti representa en este momento una poderosa roca en el pantano de las ideas de la política y de una fe estancada”.
“La Fratelli Tutti representa en este momento una poderosa roca en el pantano de las ideas de la política y de una fe estancada”.
“La mejor política”
Pilar de la Vega dedicó una parte principal de su intervención a relfexionar sobre el cpítulo V de la Encíclica, bajo el título “La mejor política”. “Si se relee, puede llegar a pensarse que el Papa Francisco, al escribirla, podría pnesar en lo que estaba pasando en España”.
“La política puesta al servicio del bien común”. La ponente señaló que el Papa, en esta parte de la Encíclica, reivindica la importancia de la política: “La política es más noble que la apariencia, que el marketing, que las distintas formas de maquillaje”. “Las angustias de un político no deberían ser por la evolución de las encuestas, sino por resolver efectivamnete el fenómeno de la exclusión”. “Si uno ayuda a un anciano a cruzar el río eso es caridad y si el político le construye un puente eso es también caridad. Si uno ayuda a que tenga comida es caridad, si el político promueve el empleo ejerce un modo altísimo de caridad”. Concluye De la Vega: “en consecuencia, la política es muy importante porque cambia la vida de los ciudadanos”. “Necesidad de superar esa idea de las política sociales concebidas como una política para los pobres pero nunca con los pobres, nunca de los pobres y mucho menos inserta en un proyecto que reunifique a los pueblos”.
“¿Puede funcionar un mundo sin política? ¿Puede haber un camino eficaz hacia la fraternidad universal y a la paz social sin una buena política?”. “Para el Papa Francisco, no”, señaló De la Vega: “Por eso, el Papa Francisco convoca a rehabilitar la política, que es una altísima vocación, una de las formas más preciosas de la caridad porque busca el bien común”.
«El Papa Francisco convoca a rehabilitar la política, que es una altísima vocación, una de las formas más preciosas de la caridad porque busca el bien común”.
Trajo a colación igualmente el concepto de la geopolítica del Papa Francisco, que consiste “en no dar apoyos teológicos al poder para imponerse o para encontrar un enemigo interno o externo a combatir”. Para la ponente, “la única autoridad mundial en este momento se opone a las polarizaciones, al mundo polar, al mundo de los “unos” y los “otros”. Frente a la dialéctica de los opuestos “amigo-enemigo”, que constituye la esencia de la teología política de Carl Schmitt, dominante en el esencia no solo político, sino también el religioso contemporáneo”.
Destacó, por otra parte, el concepto de “periferia” del Papa Fransico. “Para él, no son solo sociales, sino también son existenciales”. “El Papa Fransico viene marcado también por su contexto, viene de las “periferias”, de la Iglesia, de América Latina… y esta “periferia” le permite analizar lo que vivimos de una manera distinta, un punto neurálgio de su pontificado”. Una perpectiva “que está muy lejos de la coencpión centralista de los defensores de un modelo “neocon”. Así lo demuestra la creación de cardenales de los últimos años, recordó la reciente Eucaristía en Sudán, con un componente claramente africano. Esa recuperación de “periferia”, de una Iglesia no centralista, no europea.
“Es interesante que en la propia Encíclica -señaló De la Vega- responde a los calificativos que ha recibido en su pontificado. Le acusan de “populista”, de “latinoamericano”, de “peronista”, y respondiendo a esos calificativos refiriéndose al “insano populismo”. “Ha perdido su valor la categoría “pueblo”, porque esa categoría es abierta, incorpora al diferente”. “Tal y como la están utilizando, esa categoría se está convirtiendo en “inutilizable”. “Y lo más grave es el intento de hacer desaparecer del lenguaje esa categoría, que podría incluso llevar a eliminar una palabra que es clave, como la de “democracia”.
“Como él es un papa misionero, se sitúa más allá de la derecha y de la izquierda y más allá de los bloques ideológico-políticos, porque el horizonte misionero requiere discernimiento y ductilidad, capacidad de valorar la prioridad y no determinadas problemáticas en relación con el marco dado”.
“El desconcierto es evidente: una parte del mundo católico, de la parte rica del planeta, ante un lenguaje inédito, fuerte y realista. Él es el papa de las periferias, de las metrópolis latinoamericanas rodeadas de grandes arrabales, de pobreza, de marginación, del continente lacerado por tantas injusticias y miserias”. “Por eso, él es la voz de los pobres, desde el principio”.
Otras consideraciones
Por su parte, la tercera parte de su intervención se dedicaron a los capítulos 3 y 4 del documento, “dedicados a la apertura al mundo y al corazón”, “presuponen una antropología relacional que une personalismo y pensamiento dialógico”. “Hay tres pensadores que le han marcado mucho: Simen, Gabriel Marcel y Paul Ricoeur, que son citados en la Encíclica, y están llamados a dar esa perspectiva”. “También se muestra fundamental la antropología polar de Romano Guardini, también citado en el documento”. “Es la antropología polar lo que permite ponerse en guardia, según la Encíclica, de falsas polarizaciones actuales, ante el contraste de una globalización liebral y un populismo particularista, que falsifica el concepto de pueblo”. “La ley de la polaridad -que no de la polarización- une y distingue entre lo universal y lo particular, reconoce la antinomia, complementariedad en la diferencia”. “Se propone como solución, a nivel teórico, a las feroces contrposiciones actuales”.
Finalizó su intervención con una última observación, “que permite evitar -señaló- esas lecturas apresuradas y esos malentendidos, en los que la Encíclica responda también a aquellos que, durante años, han acusado al papa Francisco de “filantropismo”, de “humanismo”, de haber separado “misericordia y verdad”. “A esos les vendría muy bien -indicó De la Vega- empezar a leer este documento por los capítulos finales, de “atrás a adelante”. De acuerdo con Caritas in veritate, “es posible observar un firme anclaje en la idea de la verdad”. “Una verdad objetiva, que permite el reconocimiento racional de una naturaleza humana, única y universal (la dignidad humana, los derechos humanos…) frente al relativismo dominante de la cultura actual”. “Verdad, justicia y misericordia no se pueden separar”. El Papa está respondiendo a sus críticos: “Su respuesta no deja de citar, desde el capítulo octavo, el texto memorable de Juan Pablo II, la Centessimus Annus, y dice textualmente: “Existe una verdad trascedente con cuya obediencia el hombre conquista su plena identidad, tampoco existe ningún principio seguro que garanticen relaciones justas entre los hombres”.
“Verdad, justicia y misericordia no se pueden separar”
“Sobre todo no deja de evidenciar de qué manera la identidad cristiana -señaló De la Vega- constituye un factor esencial en el diálogo fraterno con todos”. “Por eso, valorando la acción de Dios, las religiones dicen: “los crisitanos no podemos esconder que si la música del Evangelio deja de vibrar en nuestras entrañas, hemos perdido la alegría que brota de la compasión, la ternura que nace de la confianza, la capacidad de reconciliación que encuentra su fuente en sabernos siempre perdonados. Si la música del Evangelio no deja de sonar en nuestras casas, en nuestras plazas, en los trabajos, en la política y en la economía, habremos apagado la melodía que nos desafiaba a luchar por la dignidad de todo hombre y mujer. Otros beben de otras fuentes. Para nosotros, ese manantial de dignidad humana y de fraternidad está en el Evangelio de Jesucristo”. “El sueño de Francisco de una nueva fraternidad en un mundo en pedazos, hunde sus raíces en la música del Evangelio. Fratelli Tutti se dirige a la humanidad entera pero no olvida la raíz de la esperanza”. “Es bueno que los críticos lo sepan y lean este texto con suma atención”.
“El sueño de Francisco de una nueva fraternidad en un mundo en pedazos hunde sus raíces en la música del Evangelio. Fratelli Tutti se dirige a la humanidad entera pero no olvida la raíz de la esperanza”
Para más información: https://centroberit.net/wp-content/uploads/2022/09/2022-2023-Programa-Instituto.pdf
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