¿Otra Cuaresma? No. Otra oportunidad. Un “tiempo de Dios” que nos invita a que miremos y evaluemos el conjunto de lo que somos y hacemos cada uno personalmente y de lo que somos y hacemos como Iglesia. ¿Daremos un rodeo, como el sacerdote y el levita, para pasar de largo?

Oración

Sigue curvado sobre mí, Señor, remodelándome, aunque yo me resista.

Sigue curvado sobre mí, tallándome, aunque, a veces, de dolor te grite.

Soy pura debilidad, -Tú bien lo sabes-, tanta, que, a ratos, hasta me duelen tus caricias.

Lábrame los ojos y las manos, la mente y la memoria,

y el corazón al que no Te dejo entrar cuando me llamas.

Que sienta sobre mí tu “conversión” y se encienda la mía

del fuego de la Tuya, que arde siempre, allá en mi dentro.

Y empiece a ser hermano, a ser humano, a ser persona (I. Iglesias s.j.)

Evangelio

Escuchamos el evangelio correspondiente al domingo siguiente a nuestro encuentro. Dedicamos un tiempo de silencio y nos preguntamos:

¿Cómo responder a la Palabra de Dios «viva y eficaz»?

Tema-Reflexión

MENSAJE DEL SANTO PADRE FRANCISCO PARA LA CUARESMA 2022

“[…] mientras tenemos la oportunidad (kairós), hagamos el bien a todos” (Ga 6, 9-10a)

La imagen de la siembra y la cosecha, que a Jesús tanto le gustaba, nos introduce en el hecho real de la semilla que muere al caer en la tierra y que da fruto. Este, y no otro, es el preámbulo al misterio de su muerte y resurrección, que debería ser la nuestra.

¿Qué es para ti este tiempo favorable?

¿En qué utilizas tu tiempo? ¿Te cansas? ¿Para qué?

¿Crees que debes cambiar de mentalidad? ¿Puedes? ¿Cómo?

 Oración final

Que los días que comenzamos aporten novedad, que aprovechemos el presente ante la constancia de la fugacidad del tiempo. “Coge el día” (carpe diem), mantén la cabeza alta y permanece abierto al nuevo comienzo de Dios, porque…

¿No lo sabes acaso? ¿Nunca lo has escuchado? El Señor es un Dios eterno, él crea los confines de la tierra: no se fatiga ni se agota, su inteligencia es inescrutable. El fortalece al que está fatigado y acrecienta la fuerza del que no tiene vigor. Los jóvenes se fatigan y se agotan, los muchachos tropiezan y caen. Pero los que esperan en el Señor renuevan sus fuerzas, despliegan alas como las águilas; corren y no se agotan, avanzan y no se fatigan. (Is 40, 28-31)

 En silencio, hago ofrenda mi vida

Cuaresma 2022 ReViBe.pdf
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