Padre mío,

 

me abandono a Tí,

Haz de mí lo que quieras.

 

Lo que hagas ese mí te lo agradezco,

estoy dispuesto a todo,

lo acepto todo.

Con tal de que Tu voluntad se haga en mí

y en todas tus criaturas,

no deseo nada más, Dios mío.

 

Pongo mi vida en Tus manos.

Te la doy, Dios mío,

con todo el amor de mi corazón,

porque te amo,

y porque para mí amarte es darme,

entregarme en Tus manos sin medida,

con infinita confianza,

porque Tu eres mi Padre.

0 comentarios

Dejar un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?
Siéntete libre de contribuir!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *